jueves, 17 de febrero de 2011

Aristotélica

(a Darinka)

A la orilla de mi cama
hay un abismo
donde palabras y necesidades
copulan sin temores,
se desnudad y se entregan,
nacen y renacen:
he aquí que la semántica
es epidérmicamente nueva;

hay también la noche,
un rehilete que danza al ritmo de la muerte,
donde el todo y sus partes
son armonías caóticas
que hacen brotar
alegres dolorosos tonos:
he aquí que el drama universal
es el calor circular poético
nacido de tu sexo;

hay la sangre auricular
de todo silogismo y todo mar
que se hace gemido
y se hace intento:
he aquí que en ti
toda dialéctica es siempre
dulce principio de reconocimiento.

1 comentario:

Zanatrea dijo...

Esta necesidad del otro... este contínuo buscar de miradas, de momentos, de dulces agonías nos hace inevitables. Que hacer sino entregarse, dejarse seducir por la calidez de tanta dulzura y la certeza de que lo que más queremos es seguir Siendo...