jueves, 27 de noviembre de 2008
Instrucciones
Déjate amanecer en medio de la nada. Olvídate de cómo mirar al cielo y sal a caminar pensando que tienes que llegar puntual a algún lado, a una cita de trabajo por ejemplo. Convéncete de que el dinero es como el aire y que el verdadero aire es una fantasía inadecuada (y por lo tanto inexistente). Procura no recordar lo que significan las siguientes palabras: azul, ventana, suspiro, rojo, silencio. Mantén prendido tu televisor la mayor parte del tiempo, también deja que esa palabra, tiempo, se convierta paulatinamente en tu única forma de vida (pero deja espacio para la palabra: no). Amárrate un trozo de miedo a la muñeca, memoriza marcas de ropa y autos, anhela siempre tener algo más bonito y más caro: compra figuras de porcelana, aves, por ejemplo, y piensa que las verdaderas son feas y hacen sonidos terribles que podrían dañar irreversiblemente a tus oídos (los cuales ya deben estar acostumbrados al ruido). Por último (y quizá por ello más importante) por ningún motivo, y bajo ninguna circunstancia, te enamores.
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